domingo, 21 de febrero de 2010

¿Cómo reconocer a una gran amiga?

Inteligente, moviendo apenas sus dedos sobre el papel, con el ceño fruncido, lápiz en mano, Noe está. Con la confianza de todos puesta en ella, "siempre encuentra la solución".
Si la viese usted: pelo recogido, lentes dorados, piel morena sin maquillar, así la conocí. Tan reservada y tranquila cuando el silencio la hace presa. Alocada, empieza a reírse sin pensar mientras me acompaña en esa corrida incansable por alrededor de la pileta junto a mi bebote Jazmín. Es ese alguien en quién confiar, mujer sufrida, mujer. Enamoradiza, esperanzada de aquel a quién reconoce correspondido. Con picos de enojo por impaciencia que equilibran su ser.
En sus ojos puedes observar cuán sensible es nuestra doncella de curvas más que envidiables. No trates de lastimarla, es una persona que hace de ella tu felicidad, emotiva, práctica, aventurera y sin límites para todo lo que la libere de su rutina diaria. Es una parte de mi, compañera de vacadas, completa quién soy. Ambas tenemos un ángel que nos acompaña y que marca nuestro rumbo en esta vida, nos protege.
Nuestra amistad es de a tres, pero no se lo digan a nadie.